Para ello elaboro una maqueta constituida en dos partes. En la primera parte, aparece esta “transición”, donde la sociedad decide adoptar el tipo de mentalidad que logrará que el hábitat en el que viven distorsione sus límites y decida crecer o no. Encontramos en ella, una primera fase que mira al pasado para repetirlo en el presente y no posee variación (pueblos primitivos que toman su cultura de los mayores). Esta sería la base de las demás, ya que en algunos casos se aventura al progreso. En esta situación de tránsito, nos encontramos una segunda, la cual imita el comportamiento de los contemporáneos y recrean los propios. Aquí empezamos a vislumbrar un desvanecimiento de los límites, distinguiendo un moderado avance. Seguidamente, encontraremos una tercera fase, que proyectará con comportamientos nuevos y válidos para una futura generación innovaciones que harán de la urbe un lugar con numerosas posibilidades de evolución. Ése sería el modo de ver la ciudad desde una mentalidad general del usuario, que por tanto es el responsable de la transparencia de la misma, abolición de barreras, rotura de límites… Los materiales están elegidos intencionalmente para expresar esa adaptación y progreso que en casa fase va en aumento. En la segunda parte, he querido analizar más de cerca cual era el conjunto de circunstancias que se llevan a cabo en el espacio que según la cultura y sociedad se ha creado e influyen en el comportamiento de la misma. De este modo, los recorridos realizados por la persona, se presentan como una posible estructura, que varía dependiendo de la dirección que ésta quiera llevar, adaptándose al espacio propuesto, o incluso cruzando sus límites, relacionando el espacio exterior e interior, distorsionando esta línea y creando nuevas situaciones. Otros parámetros como la luz o el color, podrían variar el estado del individuo, provocando así nuevos e impredecibles escenarios, ambientes y contextos que dotarían al espacio conjunto con un nuevo interés. El conjunto del comportamiento mental y físico de la sociedad crea una superposición de espacios y estructuras variables. Se entiende como un lugar donde el usuario interactuará, haciendo de él no un simple espacio, si no su hábitat natural.
sábado, 20 de abril de 2013
Para ello elaboro una maqueta constituida en dos partes. En la primera parte, aparece esta “transición”, donde la sociedad decide adoptar el tipo de mentalidad que logrará que el hábitat en el que viven distorsione sus límites y decida crecer o no. Encontramos en ella, una primera fase que mira al pasado para repetirlo en el presente y no posee variación (pueblos primitivos que toman su cultura de los mayores). Esta sería la base de las demás, ya que en algunos casos se aventura al progreso. En esta situación de tránsito, nos encontramos una segunda, la cual imita el comportamiento de los contemporáneos y recrean los propios. Aquí empezamos a vislumbrar un desvanecimiento de los límites, distinguiendo un moderado avance. Seguidamente, encontraremos una tercera fase, que proyectará con comportamientos nuevos y válidos para una futura generación innovaciones que harán de la urbe un lugar con numerosas posibilidades de evolución. Ése sería el modo de ver la ciudad desde una mentalidad general del usuario, que por tanto es el responsable de la transparencia de la misma, abolición de barreras, rotura de límites… Los materiales están elegidos intencionalmente para expresar esa adaptación y progreso que en casa fase va en aumento. En la segunda parte, he querido analizar más de cerca cual era el conjunto de circunstancias que se llevan a cabo en el espacio que según la cultura y sociedad se ha creado e influyen en el comportamiento de la misma. De este modo, los recorridos realizados por la persona, se presentan como una posible estructura, que varía dependiendo de la dirección que ésta quiera llevar, adaptándose al espacio propuesto, o incluso cruzando sus límites, relacionando el espacio exterior e interior, distorsionando esta línea y creando nuevas situaciones. Otros parámetros como la luz o el color, podrían variar el estado del individuo, provocando así nuevos e impredecibles escenarios, ambientes y contextos que dotarían al espacio conjunto con un nuevo interés. El conjunto del comportamiento mental y físico de la sociedad crea una superposición de espacios y estructuras variables. Se entiende como un lugar donde el usuario interactuará, haciendo de él no un simple espacio, si no su hábitat natural.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario