jueves, 7 de febrero de 2013

8 de Febrero

En el cuatrimestre anterior realicé una aproximación a los espacios públicos y los subespacios privados y semiprivados que se crean dentro de éstos a modo de paradoja, “el espacio privado en el espacio público”
Para esta primera entrega, me he centrado en analizar la forma de moverse, basándome en mi deporte, en el cual  la defensa realizada por el rival condiciona los movimientos de los jugadores, los espacios ocupados y la forma de aprovechar estos espacios.
Al defender en zona los espacios libres quedan fijados por los jugadores que defienden (elementos fijos, cada uno defiende una zona), además se ha de tener en cuenta elementos dinámicos, como son tus propios compañeros, los cuales se mueven arbitrariamente.
Por el contrario un marcaje al hombre, donde los espacios libres están en contante cambio. No son fijos los espacios libres, y el movimiento está determinado por la capacidad de observación y anticipación propia, que deriva en una toma de decisiones.
Ambas situaciones están condicionadas por el tiempo, pues si quiero ocupar un espacio en el que esté un compañero/rival debo esperar al “timing” correcto.
Aplicando los factores a la arquitectura que me rodea encuentro similitudes en cuanto a la forma de delimitar espacios. Un espacio se puede delimitar por elementos físicos(paredes, pilares, vallas…). Los he denominado “generadores de espacio estáticos” en la medida que su posición es invariable respecto al factor tiempo. O bien mediante otros factores, esta reflexión la he rescatado del anterior cuatrimestre, pues llegué a la conclusión que las personas son generadoras de espacios, podríamos definirlos como “generadores de espacios dinámicos” capaces de modificar los espacios.
Así las personas en sí al ocupar un espacio público, están generando un obstáculo en forma de espacio privado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario